domingo, 15 de abril de 2018

Cambio de Plataforma




















A partir de ahora (en realidad hace bastante tiempo) decidí empezar a subir mis escritos a Wattpad y InkSpired.

Principalmente para conseguir más visibilidad, por que son plataformas más cómodas y como extra dan un soporte completo al texto narrativo (que blogspot es medio engorroso en ese aspecto).

Así que bueno...eso nomas...seguiré subiendo aquí pilotos, cuentos cortos y escritos sueltos.

Pero en caso de que quieras continuar Danza Nocturna, Masters o Nuevas historias que se vienen...te recomendaría seguirme por allí.


sin más que comunicarles de despido, que tengan buen dia c,:

viernes, 13 de octubre de 2017

Texto Suelto I - Revolución (Piloto)

Hola
hace mucho que no hablamos verdad?
Verás, lo cierto es que fui un cobarde, lo siento
Ambos cometimos errores, pero yo preferí olvidarme de los míos y culparte a ti
Ahora quiero re empezar mi vida, y creo que para ello necesito aclarar mis deudas en esta.
Así que quiero disculparme por todo el daño que te pude haber causado, realmente lo lamento, ya no volveré a molestarte

21 personas esa noche recibieron estos mensajes, y entre ellos una chica de veinte años que no pudo evitar soltar una lágrima al leerlo.

Vivía en la misma ciudad y sabía en donde exactamente donde estaba la casa del autor, salió corriendo hacia ella con el objetivo de evitar su suicidio, pero no podía estar más equivocada.

En un estudio de grabación improvisado bajo tierra él esperaba detrás de una tela roja a que todo sucediera.

De la nada todas las señales televisivas empezaron a trasmitir ruido y luego pasaron una imagen estática de un logo que representaba varias herramientas de trabajo atadas por un cordel con un fondo rojo.

Después de unos segundos está imagen dio lugar a una trasmisión en directo de una silla y una tela roja detrás de la misma. A través de un pliegue ingreso al escenario una joven de 22 años como mucho, la chica pudo verlo mediante una pantalla colgada de un edificio, era el autor del mensaje.

El joven se sentó en la silla con las piernas abiertas, tumbado hacia atrás y sus manos agarrándose entre si y empezó a hablar “A partir de hoy todas las fuerzas militares e industriales de la ciudad me pertenecen, todas las libertades económicas y civiles serán eliminadas, y todo aquel que vaya en contra del régimen será debidamente castigado”.

Algunas personas salieron a la calle a amenazar defendiendo sus libertades, otras simplemente se quedaron callados procesando la situación y algunos se reunieron con el fin de platicar sobre lo que estaba ocurriendo con sus conocidos, de la nada grupos militares empezaron a llenar la calle.

El hombre en la pantalla continuo “No se equivoquen, esto no es un golpe de estado, ni tampoco somos un grupo terrorista, esto no es más que lo necesario para corregir el rumbo de esta sociedad”.


Esto ocurrió hace ya 5 años.

domingo, 17 de septiembre de 2017

Danza Nocturna - Prologo: Graduación

Sinceramente creo que toda esta ceremonia no tiene sentido, nos vestimos con togas y juntamos alrededor de un escenario escuchando a nuestros profesores hablarnos de lo importante que es este paso en nuestra vida, quizás solo no termino de entenderla.

Estamos sentados en sillas colocadas de manera conjunta formando varias filas, allí estaban todos, desde mis compañeros de curso hasta chicos que jamás había visto. Algunos lloraban y otros reían, el ambiente estaba lleno de felicidad. No importaba si nos conocíamos, si habíamos pasado malos ratos o si estábamos tristes por no volver a vernos, de alguna forma en este momento todos éramos iguales.

Y yo también, por más que no lo comprendiera, formaba parte de ese grupo y no quería estropear este ambiente. O quizás simplemente la felicidad es contagiosa y todos aquí fuimos infectados por ella.

Un profesor se puso en el pupitre y nos dedicó unas palabras, nos felicitaba por haber acabado el colegio, demostraba su orgullo por nuestros resultados, recordaba las lecciones que habíamos aprendido y por último dijo “A partir de ahora salen al mundo, un mundo donde deberán demostrar todo lo que aprendieron aquí, pero tengo fe que lo lograran”.

Empezaron nombrando uno por uno a los estudiantes, estos se dirigían al escenario y los principales profesores se turnaban para entregarle un diploma como representación de que habían concluido el ciclo educativo, a mi mente venían los recuerdos cuando ese mismo profesor, el que antes nos dedicó unas palabras, en clase nos decía “No existe papel ni número que prueben sus conocimientos chicos, y mucho menos sus aptitudes. Aprendan a demostrar lo que saben con sus acciones” no sé por qué, quizás atesore esas enseñanzas porque estaba de acuerdo.

“Catalina Badi”

Al escuchar mi nombre volví a la realidad, me tomo un rato levantarme y dirigirme al escenario. Camine lentamente y subí una escalinata, el diploma me lo entrego un profesor que no conocía, una vez extendí las manos para agarrarlo, él se me acercó y me dedico unas palabras “Hoy se te abren las puertas del mundo”. Luego de eso volví por mis pasos y el resto de la ceremonia pasó bastante rápido.

Al finalizar las entregas los profesores se despidieron deseándonos buena suerte y nos permitieron movernos con libertad por el lugar. Todos empezaron a circular, se juntaban y hablaban entre ellos, se sacaban fotos y todos estaban de buen humor.

Yo me uní a mis compañeros, parecíamos conocernos de toda la vida, aunque en la realidad con algunos quizás nunca habíamos hablado, estábamos emocionados y contentos de haber concluido este viaje.

Escuche que me llamaban a lo lejos, eran mis padres que vinieron a ver la ceremonia, prácticamente lo había olvidado, me voltee hacia el final de la sala donde se encontraba el público para localizarlos y los divisé fácilmente. Me dirigí a ellos con el fin de abrazarlos y festejar, sin embargo, en el camino roce mi codo con un chico bastante más grande que yo.

Al voltearme para pedirle disculpas, sin interrumpir mi recorrido, me percaté de que era Marcos, un compañero de mi curso, su pelo largo, lacio y oscuro tirado hacia atrás y su buena estructura física lo delataban, sin embargo no fue eso lo que hizo detener mi carrera, sino su cara. Se encontraba serio, como si él no formara parte de esta alegría, y se dirigía tranquilamente hacia un hombre un poco mayor a él pero en mucho mejor estado físico, quizás su hermano, que el llegar lo felicito dándole palmadas en la espalda. Decidí no darle más importancia y solo continúe mi camino.

Al llegar a mis padres les di un fuerte abrazo, sus caras expresaban felicidad y mi madre no podía aguantarse las lágrimas, me besaron y felicitaron múltiples veces, claramente estaban orgullosos. Mi padre me pregunto qué quería hacer, a lo que respondí “La verdad no tenía nada planeado, simplemente me gustaría volver a casa”. Las caras de mis padres reflejaron extrañeza, pero decidieron simplemente hacerme caso y no cuestionar.

Por lo que nos dirigimos hacia la salida del salón, salude a las caras conocidas que iba encontrando en el camino, y justo enfrente de la puerta me sorprendió escuchar a una chica llamándome desde detrás, al darme vuelta me encontré con una pequeña vestida de bata con el cabello oscuro increíblemente largo (le llegaba hasta las rodillas) y de muy corta estatura (como mucho 145 cm). Jamás la había visto ni escuchado antes, por un momento pensé que era una familiar, pero la bata me indicaba que era una estudiante de mi colegio.

“Hola, disculpa ¿podrías darme tu número de teléfono?” Dijo tímidamente, “Quiero guardar los contactos de todos para mantenernos comunicados”. La situación me extraño sobremanera, pero accedí y le pase mi número, nada malo podría pasar.

Una vez salimos del salón, nos dirigimos a la calle y subimos en el auto familiar. Mi padre reiteró la pregunta “¿Estás segura de que no quieres hacer nada?”, y yo repetí mi respuesta. Él puso en marcha el vehículo y nos dirigimos a casa.

Por el camino mis padres recordaban anécdotas durante mis estudios, una conversación plagada de “Recuerdas esa vez que…”, “Que habrá sido de…” y “Nunca nos contaste que…”. Yo escuchaba, me reía, asentía y añadía a la conversación cuando fuera necesario. Y ahora estoy en cama recordando todo lo que ocurrió hoy, porque todavía no logro entenderlo.

Luego de seis años de estudios en diferentes ramas obtenemos un título con el cual meternos a otro lugar donde estudiaremos devuelta, para luego insertarnos en un trabajo donde nos repriman y limiten constantemente. E incluso si eres afortunado y naciste con un don o cariño por alguna actividad, se van a encargar de pisarte y ponerte al nivel del resto ¿Qué festejamos exactamente?

Igual estoy ignorando el verdadero problema, el problema soy yo, soy una chica normal, sin nada que criticar ni nada que apreciar. No tengo deseos por practicar alguna profesión, ni siquiera tengo un hobby. No soy especialmente atractiva, ni particularmente inteligente, ni tampoco se me da bien socializar. Soy el término medio de todo, por eso supongo que tampoco soy interesante. Quizás eso es lo que me falta, un interés, pero sinceramente ni siquiera me interesa tenerlo.

Los demás no están equivocados soy yo, pero tampoco me odio a mí misma, simplemente sigo existiendo. Supongo que decidiré una carrera al azar, me esforzaré y seguiré en este sistema. Aun así creo que no soy la única mal aquí, el sistema también falla, no todos los que estaban ahí merecían estarlo, ni tampoco lo que nos enseñaron fue excesivamente importante y mucho menos necesitaban tanto tiempo para trasmitírnoslo, pero supongo que es más fácil cambiar yo antes que ellos.

Entre una reflexión y otra, en un momento que no recuerdo caí dormida, y durante la noche mi celular vibró, era un mensaje nuevo de un número desconocido.

lunes, 23 de enero de 2017

Masters - Libro 1/Capítulo 2 : Entrenamiento

Perdido en el interior de la ciudad se encuentra una pequeña puerta, esta lleva a una escalera que una vez superada da a un pasillo, a la izquierda se encuentran los baños y vestidores, a la derecha una oficina que cumple tareas administrativas, y si sigues el pasillo te encontraras con un enorme salón con el piso de madera donde solo se escuchan gritos y choques entre espadas de práctica. Así es el dojo en el que practica Juan, a la vista de cualquiera un lugar invisible, sin embargo es uno de los más respetados de todo Didaskalo1. Al punto que a los profesionales que salen de este los llaman “Monstruos de Oroi”.

Me encuentro en el pasillo antes de entrar al salón, esperando a que terminen las practicas, recordando borrosamente todo lo que ocurrió ayer, todavía me debato si fue un sueño o realidad, pero eso no importa, da igual que me haya vuelto loco, si Juan corre peligro por mi culpa, merece saberlo.

Dirigí mi mirada hacia Juan, estaba practicando peleas con otros, los dos se encontraban cara a cara, se notaba claramente que su oponente era un novato, fue casi un destello Juan se abalanzó sobre él, amagando apuntar a su cabeza, y en el momento en el que su oponente trato de defenderse cambio la dirección del golpe para pegar en su estómago. Fue tan fuerte que el sonido de la armadura retumbó por toda la sala, venció a su oponente sin mayor esfuerzo.

También habíamos hablado sobre eso, la fama del dojo le trajo cosas buenas pero también malas, principalmente alumnos que vienen a entrenarse aquí buscando progresar fácilmente, cosa que se puede ver claramente, hay un grupo de tres o cuatro que siempre vencen y todos los demás únicamente son derrotados, seguramente la gran mayoría de estos al final del mes renuncien, también le trajo la envidia de otros dojos y ciertos problemas económicos.

Mientras tanto desde la calle una mujer de cabello largo, oscuro como la noche, y extremadamente alta vigilaba la puerta del dojo, esa mujer era “Loca”, vestida de civil, cumpliendo las ordenes que su Master le había dado “Síguelo y ayúdalo a sobrevivir, lo necesito vivo para mi campaña”, ignoraba cuales eran las intenciones detrás de esas palabras, pero desde luego sabía la importancia de que cumpla correctamente su tarea.

Se acercaban las once de la noche y el sensei decidió dar por finalizada la clase, todos se sentaban sobre sus piernas en fila y hacían reverencias hacia el sensei que se encontraba en el frente, él se despedía y podían retirarse. Quedaba claro el cómo los más nuevos volvían rápido a cambiarse, mientras que los que siempre ganaban pareciera como si no quisieran dejar el dojo.

Cuando Juan paso frente a mí, me saludo y me pidió que esperara hasta después de cambiarse, obviamente estuve de acuerdo.

Una vez salió del vestuario nos dirigimos a la calle hablando, principalmente poniéndonos al día sobre nuestra vida, fue así como le invite a un café. Al principio se extrañó, pero luego acepto encantado. Nos dirigimos a la cafetería más cercana, esta se encontraba completamente vacía, algo esperable por la hora, pero era la mejor situación para tratar un tema tan delicado, yo pedí un café y Juan una gaseosa.

Fue una pregunta la que corto con nuestra agradable charla “¿Y para que viniste a verme?”, era una pregunta razonable a la que me costaba dar respuesta, no sabía por dónde empezar. Sencillamente se me dificultaba contar una historia que incluso a mí me costaba creer, sin embargo tenía que decírselo, era necesario que sepa el peligro que corría, siempre he pensado que el camino más corto entre dos puntos es una línea recta, y aunque me pese ahora tenía que aplicarlo, así que sencillamente se lo relate de principio a fin, todo lo que me había ocurrido el día anterior, todo lo que me dijo Alejandro, todo lo que sabía.

Fue como un frenesí, no me detuve a profundizar mucho en detalles pero le conté lo suficiente, y su respuesta fueron risas, luego me dijo “¿y que más me querés contar?”, respondí violentamente “Si te digo esto es porque podes morir, no te lo tomes como una joda”, bebió un poco de gaseosa y se dirigió hacia mí “Mira, si necesitas ayuda con algo me la podes pedir directamente. No necesito que te inventes toda esta historia”, no sabía muy bien cómo responder, dado que yo posiblemente diría lo mismo en su situación, pero tampoco podía dejarlo así.

“Recuerdas ese día hace 10 años”, el me miró fijamente como si estuviera escuchando hablar  a una especie de brujo, yo continúe “¿Ese día en el que obtuviste tu espada? Estábamos en el patio de mi casa jugando, haz memoria, seguro lo recuerdas”, bajo la cabeza y se puso pensativo para luego responderme “No me acuerdo”, su respuesta fue fría como el hielo, pero yo continúe “Mira hace 10 años esa espada se formó con partes de tu cuerpo, puede parecerte la explicación de un loco, pero debería ser suficiente para que siquiera consideres lo que te digo”, Sin embargo no obtuve respuesta alguna.

Por lo menos lo intente, antes de irme tenía que decirle algo más “Lo siento”, necesito disculparme con él “En ese momento no sabía lo que hacía y creo que te condene para siempre, ahora ya no podrás tener la vida que quieras, al fin y al cabo si yo muero se acabó” agache mi cabeza para ocultar mis lágrimas, fue en ese momento cuando Juan levanto la voz “Ya te dije que si necesitas mi ayuda solo tienes que pedírmela”, y agrego “No sé quiénes son los que te persiguen, pero de igual forma te protegeré, recuerda que somos amigos”.

Se levantó de la mesa junto con su espada “Además, una espada que pasa 10 años sin romperse, me hace creer un poco más tu historia”, ante este comentario tan solo pude reírme, pareciera que desde el suceso de ayer me olvide completamente de mi fiel amigo de la infancia,  el continuo “¿Y quiénes son esos que te persiguen?”, Respondí muchísimo más tranquilo “no lo sé, según entiendo cada Master tiene dones diferentes y se buscan matar entre ellos”.

Juan me miró fijamente y me recrimino “Acaso no confías en mis capacidades como aspirante a Monstruo de Oroi”, ante tal respuesta no se me pudo evitar escapar unas risas “Pero que decís si vos nunca vas a las competencias” y él respondió “Por eso soy un aspirante” luego se explicó “La gente teme al dojo Oroi, dicen que es un lugar donde nacen monstruos, vienen al dojo con las expectativas de que se  les va a enseñar a destruir a sus rivales, y no se dan cuenta de que cuando los catalogan de Monstruos se están limitando a ellos mismos”

“Jamás vencerán a uno de esos monstruos por que se convencieron de que son insuperables, abandonan sus dojos con las expectativas de entrenar aquí y ser invencibles, pero no se dan cuenta que lo único que te hace fuerte es el esfuerzo y el entrenamiento, la gente prefiere rendirse y culpar a los demás, a intentar superar las barreras que están muy altas”, mira a su espada, “Desde el momento en el que me diste esta espada me plantee practicar con ella y eso fue lo que me hizo que entrar en el dojo, te debo gran parte de mi vida, y créeme que la usare para protegerte”



Notas al pie:
  1. Didaskalo es el continente en el que se lleva a cabo la historia y está conformado por dos ciudades y su terreno es principalmente montañoso, limita al oeste con un desierto y al este con otro continente llamado Daimon.

miércoles, 4 de enero de 2017

Masters - Libro 1/Capítulo 1 : Encuentro

En un día normal como cualquier otro, vuelvo a mi casa caminando después del colegio, las calles se tiñen del naranja característico que anuncia la despedida del sol, a medida que me voy alejando del casco céntrico de la ciudad se hace menos frecuente encontrarme con otros transeúntes.

Me encuentro intranquilo, desde hace rato vienen detrás de mi dos personas, ambas vestidas con gabardinas negras y sombreros que no me dejan ver sus rostros. Desde luego destacan dentro del ambiente, pero no me había preocupado de ellos hasta ahora, cuando tras más de diez cuadras caminando siguen mi recorrido y yo cada vez me encuentro más solo, no pude evitar preocuparme.

Se encuentran a menos de una cuadra de distancia, a la lejanía parecieran ser iguales pero tras echar varios vistazos me fije que uno es más alto, y el otro posee una estructura muscular más desarrollada. Claramente ambos son adultos y guardan sus manos en los bolsillos de sus gabardinas, algo ocultan.

Ya intente aumentar la velocidad de mi paso y ellos de manera sistemática mantuvieron la distancia entre nosotros, a eso se suma que cada vez hay menos personas a mi alrededor y todavía estoy lejos de casa. Están esperando una oportunidad para hacer algo y no sé qué, pero si lo ocultan será porque no es bueno.

Caminaba perdido en mis pensamientos y fue el silencio lo que me devolvió a la realidad, un silencio propio de no tener a nadie a tu alrededor, tal silencio como ese en el que todo se queda quieto y solo se escucha al viento rozar las copas de los árboles.

No necesitaba verlo, sabía que no había nadie más en la calle, igualmente me di vuelta para convencerme de que fuera verdad, y pude ver como ambos venían hacia mí, no me quedaba otra opción, debía correr.

Sencillamente lo hice, corrí tan rápido como pude con la esperanza de encontrarme con alguien, obviamente mis perseguidores me siguieron. Jamás me había destacado por mi estado físico, sin embargo, estaba dándolo todo con tal de evitar que me atrapen, y supongo que fue ese esfuerzo el que me permitió resistir y mantener la distancia que nos había separado hasta ahora, sin embargo sabía que corriendo no podría escapar.

Trace un plan, correría con todas mis fuerzas en la actual dirección con la finalidad de sacarle más de una cuadra de distancia, en ese momento tomaría la esquina a mi derecha, de ahí en más se pueden presentar dos situaciones.

Puede que me consiga meter en alguna tienda o callejón y esperar a que me pierdan o, en caso de no encontrar ninguno, gastar toda la resistencia que me quede en un pique que me permita llegar hasta la siguiente esquina e irme a la derecha, de manera que no logren ver hacia donde fui y tener cierto margen de tiempo. La posibilidad de encontrar alguien que me ayude está prácticamente descartada, más bien, mi subsistencia no puede depender de una posibilidad.

Por la adrenalina pude alejarme casi una cuadra mas de distancia de ellos y sabía que posiblemente no tendría otra oportunidad, sin despegar la vista de mis perseguidores doble en la esquina y fue en ese preciso momento cuando sentí un impacto, tan fuerte que me echo hacia atrás, había chocado con algo.

Fue recién cuando mire hacia el frente que me di cuenta de que no choque con “Algo” sino con “Alguien”. Un hombre vestido de forma similar a mis perseguidores pero mucho más corpulento se interponía en mi camino, el choque fue tan fuerte que me tiro al suelo, sin embargo él no se inmutó.

Sin mediar palabra introdujo su mano dentro de su gabardina buscando algo en un bolsillo interno. Luego de pocos segundos, saco una escopeta de doble cañón recortada¹ y sin vacilar apunto el cañón del arma directamente a mi cabeza, no dijo nada ni demostró expresión alguna.

Me quede paralizado, sabía que si hacia algo sencillamente me dispararía. Pude ver en las sombras proyectadas en la vereda dos siluetas detrás de mí y al dar vuelta mi cabeza para poder apreciarlas correctamente pude ver de reojo a mis perseguidores. Lo único que sentí después de eso, fue un golpe frio en mi nuca y todo se volvió negro.

Poco a poco fui abriendo los ojos, estaba todo oscuro y a mi alrededor había personas vestidas igual que mis perseguidores. Las paredes eran de chapa ondulada, de color verde, y algo oxidadas, parecía que estaba en un contenedor. Me encontraba sentado sobre mis piernas, con mis manos hacia adelante agarradas por esposas.

Casi instintivamente intente levantarme, pero al tratar me di cuenta de que algo agarraba mis piernas. Probé forcejear, pero me detuve al sentir un frio cañón en mi coronilla².

Tras eso una voz femenina me dijo “Yo que tu no haría eso, chico”, sabía que si no le hacía caso podría morir, así que no discutí. Entonces una lámpara que colgaba del techo en el centro de la habitación se prendió y un hombre alto, de poca constitución física y cabello color dorado se acercó diciendo “Parece que se despertó el bello durmiente”.

Ya con la luz encendida pude ver y contar alrededor de seis personas en esa habitación, todos vestidos de igual manera exceptuando el hombre que me hablaba. Él estaba vestido con mangas cortas y la cara descubierta, dejando ver su rostro. Este se puso debajo de la luz y se presentó “Hola, disculpa la rudeza de mis hombres, pero era en extremo importante que te trasmitiera este mensaje”.

Dejo un tiempo como si esperara mi respuesta, pero en tal situación, no salían palabras de mi boca. Entonces decidió continuar, “Muy bien Nicolás, seré breve, han aparecido nuevos Masters por la zona y ya no me será posible protegerte, por lo que te aconsejo que tengas cuidado”.

No pude evitar responder “¿De qué me estás hablando?”, la respuesta a mi consulta fue una mirada capciosa. Por lo que continúe increpando “¿Cuándo me protegiste? ¿De qué peligros me estás hablando?”, se acercó aún más a mí y agachándose para estar a la altura de mi cara me dijo “¿eres idiota?”.

Eso me enervo por lo que respondí gritando “El idiota serás tú, hablándome de mierda sin sentido” y en un tono muy bajo, casi un murmullo, me respondió “No me gustan los mentirosos” luego procedió a agarrar mi camisa con su mano derecha y desabrocharla violentamente hacia el lado. Dejando ver mi pectoral derecho y una marca que llevo ahí desde que tengo memoria, a la que señalo y continúo “A quien quieres engañar, esta marca es prueba de que ya te vinculaste con algún Familiar”.

Se quedó mirándome, como si estuviera esperando una respuesta, como si yo supiera qué decirle. Tras que pase un momento empezó a reírse, hasta el punto de dejarse caer al piso, “De verdad eres un idiota, es un milagro que sigas vivo”, hasta que después de unos cuantos minutos de risas se detuvo, limpio sus ojos llorosos y se volvió a acercar a mí “Mira, yo te explicaré un poco cómo funcionan las cosas”.

Me señalo devuelta “Tú eres un Master, una persona que es capaz de vincularse con otras, una vez te vinculas con alguien este pasa a ser tu Familiar y recibe un Don”, en ese momento volteo su cabeza y dijo en voz más baja “Hermano muéstrale” mientras señalaba con la cabeza hacia mí.

Uno de todos los que estaban presentes se acercó a la luz, extendió sus dos manos abiertas hacia mí y arriba de ellas se generaron³ dos pistolas4, que tras aparecer cayeron sobre las manos del familiar, luego este las tiró hacia sus costados y desaparecieron antes de tocar el piso.

El desconocido continuo “Es posible que no te hayas dado cuenta de la persona que vinculaste porque quizás tu Don es muy poco visual, no conoceré todos los dones pero sé que no todos tienen que ver con hacer aparecer cosas”, yo mientras tanto estaba desconcertado, no solo por el espectáculo del que había sido testigo, sino porque como un balde de agua fría vinieron a mí los recuerdos de hace 10 años. Estaba furioso, no sabía definir correctamente lo que sentía, si era engaño o simple frustración, pero levante la voz “¿Y por qué me tendrías que proteger? ¿Por qué me cuentas esto? ¿Que me imp…”

Corto mi Rabia con un “Shhh”, y continuo “Vamos una por una te parece, Piénsalo de esta manera para un Master otro Master no es más que un obstáculo, sería extraño que una persona normal pudiera hacer frente a un Familiar, pero otro Familiar podría generarle problemas, por lo que la mayoría de las veces intentaran matar a los Master más débiles evitándose un problema para el futuro.”

Retrocedió un poco y continuo “Por otra parte, me da igual si no te importa, al fin y al cabo es tu vida y tú decides que quieres hacer con ella, pero no sacrifiques en vano la vida de ese pobre inocente que vinculaste”, Salte de sobremanera “¿Qué?” y él se explicó “Si un Master muere, todos sus Familiares mueren de la misma manera, es parte del trato, ellos obtienen un don a cambio de darle su vida al Master” lo dijo con una increíble solemnidad, mientras que yo me encontraba intranquilo, la vida de otro dependía de mí.

Mire a mi alrededor nuevamente, todos ellos voluntariamente le dieron su vida a este tipo, él se volvió a acercar y me dijo “Repetiré el mensaje, Han aparecido nuevos Masters en la zona y se me hace imposible protegerte, ahora estas a tu suerte” posteriormente ordeno a un Familiar llamándola “Loca” que me quite las esposas y todos los demás excepto ella y él se retiraron.

Me llevaron hacia la salida, al ver el exterior me di cuenta de que ya era pasada las doce de la noche y efectivamente estaba en un contenedor en el puerto de la ciudad. Antes de retirarme el Master me llamo la atención diciéndome “Escucha, te daré un consejo, busca a ese sujeto que fue tu primer familiar y explícale lo que ocurre, creo yo que si tu vida depende de alguien por lo menos sería justo que lo supieras” después agrego “Además, tampoco puede matarte” soltó una carcajada al final de esto.

Casi por cortesía quise responder “Mi nombre es Ni…” y él me corto “Nicolás Covai un gusto, yo soy Alejandro Teseris, si te preguntabas como sé tu nombre, te puedo decir que me especializo en tener información, creo que cuanto más sepas de tus enemigos más difícil resultara que te engañen” al terminar la frase busco algo en un bolsillo de su pantalón, saco una pequeña tarjeta blanca y la lanzo como si fuera una carta, de manera que quede justo a mis pies. La recogí, tenía su nombre y número de teléfono. Continuo “No podre protegerte más, pero si necesitas alguna ayuda no dudes en pedírmela, y descuida ya tengo tu número”

Alejandro junto a Loca se metieron en el contenedor nuevamente y yo volví a casa.



Nota al Pie:
  1. Puntualmente una escopeta Stevens 311D, con el cañón recortado.
  2. Puntualmente una pistola Mauser C96.
  3. El proceso de generación consiste en que el arma va apareciendo parte a parte y progresivamente con un efecto de color azul (Muy parecido al efecto mostrado en FFXV).
  4. Puntualmente 2 pistolas MK-23.


sábado, 24 de diciembre de 2016

Masters - Libro 1/Capítulo 0 : Epifanía

De pronto, vienen a mi mente fragmentos de mi pasado que hace tiempo había olvidado, un momento de mi niñez, cuando apenas tenía 6 años.

Recuerdo estar en el patio de mi casa jugando con Juan, peleándonos como inocentes niños, hasta que de un momento a otro ocurrió.

De la nada su pecho se volvió cristalino, de color azul brillante, y se rompió, esparciendo pequeños trozos de cristal por nuestros alrededores. Estos, casi por voluntad propia, se mantenían flotando en el aire, ambos observábamos perplejos ese ambiente sencillamente hermoso.

De un momento a otro los cristales se empezaron a mover, juntándose en una singular forma, una espada de madera de estilo japonés¹, una vez todos los cristales habían pasado a formar parte de la estructura, esta sencillamente callo, cambiando su color a uno propio del bambú.

Recuerdo que al tratar de agarrarla, mis dedos la atravesaron como si no existiera, sin embargo Juan pudo hacerlo, nadie más presencio el suceso, él pensó que le hice un regalo y que todo esto lo había armado, yo sencillamente no lo podía creer.

Supongo que por eso lo negué internamente, y con el tiempo lo olvide, o así hubiera sido si no habría ocurrido algo que me trajera los recuerdos de hace 10 años devuelta, algo que me forzara a pensar que eso no fue solo un sueño, qué quizás en ese momento determine nuestro destino.

Algo que me forzara a replantearme que fue lo que ocurrió en ese momento.



Nota al Pie:
  1. Puntualmente un Shinai, espada que se usa en las prácticas de Kendo y que representa a una Katana, aunque generalmente es más grande que esta.Wikipedia